Es lo que tienen las faringitis, que te dan mucho tiempo para pensar y para hacer cosas estúpidas cuando te aburres y no encuentras una forma razonable de matar el tiempo. Sí, es entonces cuando te da por responder a estúpidos test que determinan tu grado de rareza, siendo o no un friki, o cuando la mente se sincera y te hace ver las cosas más claras. Pues eso me pasó a mi esta semana... Pensé en mí y en como se estaba desarrollando mi vida ahora que todo está cambiando y, como resultado, he llegado a la conclusión de que hay tres tipos de personas respecto a cada individuo (tipo A,B,C), separadas por la Superficialidad de la Apariencia todas ellas.
Las personas del tipo A son las más importantes (Amigos),con ellos ya se ha pasado el grado de Superficialidad de la Apariencia, es decir, ya se les conoce por diversas causas y se puede confiar en ellos con seguridad, aunque en un bajo porcentaje podemos llevarnos algún desengaño y darnos cuenta de que esa persona debe estar en el grupo C (Conocidos).
El grupo de los Conocidos está formado por aquellas personas que no pasan de la Superficialidad de la Apariencia, o sea, las conocemos aparentemente y, aunque las saludamos y hablamos con ellas no son dignas de nuestra confianza hasta que no sepamos cómo son realmente. Por eso, cuando descubrimos que una persona del grupo A no es como Aparentemente creíamos, lo mejor es que pase a recibir el trato de los del grupo C, aun conociéndola bien.
Por último,las personas del grupo B son las que se encuentran en una situación intermedia. Yo las llamo Buenas Influencias (de ahí lo de grupo B), y son esas personas con las que salimos muchas veces y que, aunque las estamos conociendo cada vez más, aún no superan el estado de Superficialidad de la Apariencia. Son tan cercanas a nosotros como las del grupo A pero la diferencia es que en ellos no se confía tanto ni se espera una respuesta en los momentos de necesidad, cosa que de los amigos ya se tiene claro que se dará.
Para clasificar a una persona en cualquiera de estos tres grupos no influye determinantemente el tiempo de conocerla sino la intensidad con que se conoce o la rapidez para captar sus gustos, opiniones e inquietudes.
--por Sandrote--